Conocida y llamada Agricultura Sostenida por la Comunidad (ASC) nació sin mucha repercusión en Europa (Alemania) y en Japón por los años 60 y 70 del pasado siglo, pero despegó con fuerza en EEUU y en Canadá en la década de los 90 gracias a la popularización de Internet. Hablamos de una nueva generación de agricultores que comparten sus cosechas con consumidores urbanos.
Esta solución dinámica nace como respuesta a los problemas de la alimentación sana y de la urbanización de los suelos agrícolas.
El Rol del Capital Social
Los consumidores anticipan una cantidad fija de dinero a varios agricultores locales al principio de la temporada para sufragar los costos correspondientes a las diferentes etapas de cosechas. En el fondo, los consumidores actúan como inversionistas regenerativos y ayudan a pequeños agricultores a tener un mercado cerrado exitoso en pequeña y mediana escala.
La presencia del capital de varios inversionistas y el uso productivo de las relaciones hace del Capital Social un bien común al servicio de nuevas prácticas virtuosas y una acción efectiva para mitigar la perdida de cosechas por falta de logística y venta.
Abastecimiento Seguro
A cambio de estos anticipos, los agricultores van enviando productos al domicilio de los consumidores o a un centro de distribución a lo largo de la temporada. Si la cosecha es buena, los inversores reciben más productos, y si es mala por cualquier causa natural, también participan de las pérdidas recibiendo menos productos. El hecho de que los consumidores compartan este riesgo con los agricultores crea una relación de confianza mutua y genera acciones concretas para un Abastecimiento Seguro, congelando incluso los precios que son regulados por el mercado convencional.
Entre las ventajas para el consumidor de la CSA destacan:
Disponer de comida de calidad a precios más razonables: No pagas publicidad, envases, ni marcas. Eliminas el intermediario, el transporte y todas las sustancias que normalmente se aplican a las comidas para conservarlas durante el viaje y mientras estén en el mostrador.
Sabes exactamente de donde viene tu comida: Muchos huertos permiten visitas y algunos tienen la opción de que participes en su cultivo.
Dispones de fruta y verdura fresca y de temporada: La mayoría de los CSA cosechan los alimentos el día anterior a la entrega, así que recibes tu comida agroeconciente completamente fresca. Por eso dura más tiempo sin echarse a perder, sabe mejor y conserva su valor nutritivo.
Disfrutas de comida más sabrosa: Como las hortalizas se cosechan poco tiempo antes de su entrega, el agricultor puede desarrollar variedades basándose en el buen sabor, sin dar prioridad a la habilidad de aguantar las condiciones del transporte.
Apoyas la regeneración, la sostenibilidad y el consumo responsable: Fomentas la agricultura econciente, las compras locales, reduces tu huella de carbono y mejoras tu comunidad.
Internet ha hecho mucho por la CSA facilitando la relación entre agricultores y consumidores en redes entre iguales. Existen páginas web como Feria Fo dedicada a potenciar emprendimientos econcientes y sería una miuy buena plataforma para crear un espacio que dinamice las CSA locales chilenas y hacer de la Regeneración Ecosocial un propósito permanente.
Al prescindir de los intermediarios habituales, el coste de los productos al consumidor se reduce drásticamente
La CSA sustituye a los proveedores y compradores del mercado convencional por asociaciones sintropicas de agricultores y consumidores que intercambian productos en un espacio común y social. En cierto modo, los consumidores se convierten en prosumidores porque financian los medios de producción de lo que consumen.
Existen miles de entidades CSA por todo el mundo y su número no para de crecer porque las nuevas generaciones son muy receptivas a este tipo de propuestas colaborativas y de lo que conocemos como economía social.
¿Te animas a participar en alguna iniciativa CSA cerca de ti? si es SI pincha aquí.